domingo, 9 de septiembre de 2012

Lo que daría por poderte tener a un palmo de mí. Poder ver tus ojos, estudiar su color y examinar su contorno. Bajar por la nariz y besarla débilmente para después recorrer tus labios con mis dedos y ver cómo se te pone una sonrisa en la cara. Contemplar cómo se te contraen los músculos, o el simple hecho de tu parpadeo.
Poder colocarte el pelo cuando lo tengas alborotado, y observar cómo se mueve tu nuez cuando hablas o cada vez que tragas saliva. 
Besar tus labios y que me lleven a otro mundo en que las cosas estén mejor. Coger tus manos y acariciarlas.
Que tus brazos rodeen mi cintura, y poner mi cabeza en tu pecho para así oír los latidos de tu corazón, acelerados al tenerme cerca. Que nos quedemos quietos observando cada parte de nuestro cuerpo; que aprovechemos cada instante que hemos perdido. Que no se necesiten palabras porque las miradas lo dicen todo. 
Que sólo estemos tú y yo; paralizados en el tiempo. Viviendo algo que sólo nosotros entenderemos, algo nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario