Lo que daría por poderte tener a un palmo de mí. Poder ver tus ojos,
estudiar su color y examinar su contorno. Bajar por la nariz y besarla
débilmente para después recorrer tus labios con mis dedos y ver cómo se
te pone una sonrisa en la cara. Contemplar cómo se te contraen los
músculos, o el simple hecho de tu parpadeo.
Poder colocarte el pelo cuando lo tengas alborotado, y observar cómo se
mueve tu nuez cuando hablas o cada vez que tragas saliva.
Besar tus labios y que me lleven a otro mundo en que las cosas estén mejor. Coger tus manos y acariciarlas.
Que tus brazos rodeen mi cintura, y poner mi cabeza en tu pecho para así
oír los latidos de tu corazón, acelerados al tenerme cerca. Que nos
quedemos quietos observando cada parte de nuestro cuerpo; que
aprovechemos cada instante que hemos perdido. Que no se necesiten
palabras porque las miradas lo dicen todo.
Que sólo estemos tú y yo; paralizados en el tiempo. Viviendo algo que sólo nosotros entenderemos, algo nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario